top of page

​Próstata

Hiperplasia Prostática Benigna

 

La Hiperplasia Prostática Benigna (HPB) es el agrandamiento o hipertrofia (no cancerosa) de la próstata que puede provocar dificultad al orinar. Esta afección al tracto urinario inferior es una queja común en hombres adultos que suele llegar a ocasionar un impacto negativo en la calidad de vida además de una carga económica sustancial. 

​

Entre los síntomas frecuentes relacionados a la Hiperplasia Prostática Benigna (HPB) se pueden encontrar la dificultad en almacenamiento y evacuación de la orina, así como molestias en la postmicción, es decir después de orinar. 

​

Los síntomas urinarios también se asocian con una serie de factores de riesgo modificables, lo que sugiere objetivos potenciales para la prevención (p. ej., síndrome metabólico), es por ello que los hombres con síntomas prostáticos de moderados a graves pueden tener un mayor riesgo de eventos cardíacos adversos importantes.

​

​

Diagnóstico de la Hiperplasia Prostática Benigna

​

Las pruebas son útiles para el diagnóstico, el seguimiento, la evaluación del riesgo de progresión de la enfermedad, la planificación del tratamiento y la predicción de los resultados del tratamiento.

​

El examen digital-rectal (tacto rectal) es la forma más sencilla de evaluar el volumen de la próstata, y nos da a los Urólogos un tamaño muy aproximado de la glándula prostática. La ecografía transrectal (TRUS) es más precisa para determinar el volumen de la próstata que el tacto rectal.  

​

Aunque existe evidencia limitada, el análisis de orina se recomienda para el tratamiento primario de pacientes con síntomas obstructivos de las vías urinarias. 

​

Antígeno prostático específico (PSA).

​

El PSA sérico es un predictor más fuerte del crecimiento de la próstata que el volumen de la próstata. Los pacientes con HPB parecen tener un nivel de PSA más alto y volúmenes de próstata más grandes.  Si el PSA o antigeno prostatico es mayor a 4 ng/dl es aconsejable determinar la causa de este aumento y descartar la presencia de un tumor de próstata. 

​

La Uroflujometría o evaluación del flujo urinario es una prueba urodinámica no invasiva ampliamente utilizada. La Uroflujometría se puede utilizar para controlar los resultados del tratamiento y correlacionar los síntomas con hallazgos objetivos. 

​

La Ecografía permite una mejor caracterización de las masas renales, la posibilidad de investigar el hígado y el retroperitoneo, y la evaluación simultánea de la vejiga, y la próstata, junto con un menor costo, sin dosis de radiación y menos efectos secundarios.

La ecografía se puede utilizar para la evaluación de hombres con residuo post micción elevado, hematuria o antecedentes de urolitiasis.

​

​

Tratamiento de la Hiperplasia Prostática Benigna

​

Realizar una evaluación adecuada del tamaño de la próstata es importante para la selección del tratamiento ya que el volumen de la próstata predice la progresión de los síntomas y el riesgo de complicaciones. Entre los tratamientos tenemos el intervencionista, que puede ser de prostatectomía abierta, técnicas de enucleación, resección transuretral, incisión transuretral de la próstata (RTU Próstata) o terapias mínimamente invasivas. 

​

Tratamientos farmacológicos

​

Entre los tratamientos farmacológicos tenemos los Alfabloqueantes que generalmente se consideran el tratamiento farmacológico de primera línea para síntomas obstrucctivos infravesicales masculinos debido a su rápido inicio de acción, buena eficacia y baja tasa y gravedad de eventos adversos. Sin embargo, algunos no previenen la aparición de retención urinaria o la necesidad de cirugía. 

​

Tratamientos quirúrgicos

​

La resección transuretral de la próstata (TURP, por sus siglas en inglés) es una cirugía que remueve la parte interna de la próstata. La RTUP (M – TURP) monopolar es un tratamiento eficaz para los sintomas obstrucctivos moderados a graves secundarios a HPB.

La elección debe basarse principalmente en el volumen de la próstata. En base a su disponibilidad ubicua, así como a su eficacia, la M-TURP se ha considerado durante mucho tiempo como la técnica de referencia para el manejo quirúrgico de la enfermedad. Sin embargo, en los últimos años se han desarrollado diversas técnicas con el objetivo de ofrecer una alternativa segura y eficaz a la M-TURP. La TURP bipolar en pacientes con sintomas de moderados a graves secundarios a HPB tiene una eficacia similar a la M-TURP, pero una menor complicaciones perioperatoria.

​

La prostatectomía abierta es el método quirúrgico más invasivo, pero es un procedimiento efectivo y duradero para el tratamiento de HPB. La cirugia abierta puede ser un tratamiento quirúrgico de elección razonable para hombres con próstatas > 80 g.

​

La cirugía de próstata con láser de holmio (HOLEP) es un tratamiento de invasión mínima para el agrandamiento de la próstata. El procedimiento, al cual también se lo llama enucleación de la próstata con láser de holmio, utiliza un láser para extraer el tejido que bloquea el flujo de orina a través de la próstata. Al igual que con otros tipos de cirugías láser de próstata, la enucleación de la próstata con láser de holmio puede ofrecer una recuperación y un alivio de los síntomas más rápidos en comparación con la cirugía de próstata tradicional. La enucleación de la próstata con láser de holmio se ha realizado de manera segura en pacientes que usan medicamentos anticoagulantes y/o antiplaquetarios.

Cáncer de Próstata

 

El cáncer de próstata es el segundo cáncer más comúnmente diagnosticado en hombres, con un estimado de 1,4 millones de diagnósticos en todo el mundo en 2020.

 

Los antecedentes familiares y el origen étnico se asocian con una mayor incidencia de Cancer, lo que sugiere una predisposición genética. El cancer de prostata hereditario (HPCa) se asocia con un inicio de la enfermedad de seis a siete años antes, pero la agresividad de la enfermedad y el curso clínico no parecen diferir en otros aspectos.

 

El cáncer de próstata generalmente se sospecha sobre la base de el examen digito rectal y/o niveles de PSA. 

 

El diagnóstico definitivo depende de la verificación histopatológica del adenocarcinoma en núcleos de biopsia de próstata.

 

Antígeno específico de la Próstata

 

El uso de PSA como marcador sérico ha revolucionado el diagnóstico de la enfermedad. El antígeno prostático específico es específico de órgano pero no de cáncer; por lo tanto, puede estar elevado en la hipertrofia prostática benigna (HPB), prostatitis y otras condiciones no malignas. Como variable independiente, el PSA es un mejor predictor de cáncer que el examen digito rectal o la ecografia transrectal.

 

No existen estándares acordados definidos para medir el PSA. Es un parámetro continuo, con niveles más altos que indican una mayor probabilidad de CaP. Muchos hombres pueden albergar CaP a pesar de tener un PSA sérico bajo.

En caso de un PSA elevado (hasta 10 ng/mL), se debe considerar una prueba repetida para confirmar el aumento antes de pasar al siguiente paso.

​

Biopsia de Próstata

​

La necesidad de una biopsia de próstata se basa en el nivel de PSA, otros biomarcadores y/o tacto rectal y/o imágenes sospechosos.

 

La edad, la comorbiliades y las consecuencias terapéuticas también deben considerarse y discutirse de antemano. La estratificación del riesgo es una herramienta potencial para reducir las biopsias innecesarias.

 

La elevación limitada del PSA por sí sola no debe provocar una biopsia inmediata. El nivel de antígeno prostático específico debe verificarse después de algunas semanas, en el mismo laboratorio utilizando el mismo ensayo en condiciones estandarizadas (es decir, sin eyaculación, manipulaciones e infecciones del tracto urinario [ITU]).

 

NO debe emprenderse el uso empírico de antibióticos en un paciente asintomático para reducir el PSA.

 

La resección transuretral de la próstata (RTUP) NO debe utilizarse como herramienta para la detección del cáncer.

​

​

HPB
Cancer de Prostata
bottom of page