Procedimiento sencillo y seguro que se realiza con un fin anticonceptivo para hombres, mediante la oclusión de los conductos deferentes para evitar el paso de los espermatozoides de los testículos hacia el pene.

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La cirugía no afecta la vida sexual del varón ni la producción de testosterona, ni el funcionamiento de los testículos, ya que siguen produciendo espermatozoides, pero al no tener salida, son absorbidos por el organismo.

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La próstata y las vesículas seminales siguen produciendo el mismo líquido, por lo cual, el semen que se expulsa tiene el mismo aspecto, pero sin espermatozoides evitando así el embarazo. 

La circuncisión es procedimiento ambulatorio y seguro en el que se extrae la piel que cubre el glande llamado prepucio.  Actualmente, es la medida más eficaz y segura para tratar la fimosis en adultos, una afección que imposibilita retraer el prepucio ocasionando dolor en el pene durante las erecciones o infección del glande llamada balanitis. 

 

El procedimiento se realiza con anestesia local o general, y la recuperación puede tomar alrededor de 15 días. 

La cirugía endoscópica permite llegar a la próstata a través de la uretra y poder extraer, evaporizar o enuclear el tejido prostático hipertrofiado, el adenoma de próstata, así como resecar lesiones vesicales.

 

Para ello podemos utilizar distintas energías, laser HOLMIUM, la corriente eléctrica monopolar o bipolar.

 

De esta manera podemos coagular selectivamente las zonas que pueden sangrar, evitar seccionar los nervios que pasan por la cápsula prostática, y ver perfectamente dónde se localiza el esfínter urinario.

 

No hay cirugía sin riesgo ni cirugía sin complicaciones, sin embargo la cirugía endoscópica ha supuesto un gran avance en el tratamiento de las enfermedades prostáticas con una disminución significativa tanto de las complicaciones como de los efectos secundarios que pueden conllevar este tipo de intervenciones.

Ureterorrenoscopia (URS).

Técnica quirúrgica que consiste en un acceso retrógrado desde la uretra hasta el uréter y el riñón para localizar el cálculo y destruirlo mediante energía láser. Pueden ser instrumentos semirrígidos (para tratar cálculos en uréter) o flexibles (para tratar cálculos renales).

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Nefrolitotomía percutánea (NLP). 

Técnica quirúrgica que consiste en una punción percutánea en la zona lumbar, por debajo de la duodécima costilla para acceder al interior de la cavidad renal, fragmentar el cálculo y extraerlo. Está indicada en cálculos renales de 2 o mayor a 2 cm centímetros de tamaño.

La intervención consiste en la colocación de una malla sintética por debajo de la uretra, que se inserta a través de una pequeña incisión vaginal. La malla es una cinta, habitualmente de polipropileno, material muy bien tolerado por el organismo, que se coloca  debajo de la uretra sin tensión. Al ser porosa, se queda fija y acaba integrándose en el organismo.

 

Su eficacia llega a un 90% de los casos. Es una intervención sencilla y muy poco invasiva, lo que facilita la rápida recuperación de la paciente en su propia casa. La incontinencia cesa en cuanto se coloca la malla, sin embargo se recomienda evitar grandes esfuerzos durante el primer mes posterior a la colocación de la malla.

Los implantes en los cuerpos cavernosos del pene son dispositivos que se colocan para permitir que los hombres con disfunción sexual eréctil logren una erección. 

 

Los implantes penianos generalmente se recomiendan después del fracaso de otros tratamientos para la disfunción sexual como los IPD5 (tadalafilo, sildenafil) y drogas vasoactivas en el pene.

 

Principalmente hay dos tipos de implantes, los semirrígidos e inflables. Cada tipo de implante peniano funciona de manera diferente y tiene diversas ventajas y desventajas.

La cirugía reconstructiva de la uretra o uretroplastia consiste en realizar una resección o corte en la zona afectada de la uretra para después reconstruir el conducto y recuperar la función normal de la uretra. De esta manera, se evitan las infecciones renales en el largo plazo y se devuelve la calidad de vida al paciente que padece de estenosis uretral. 

 

Así mismo, la estenosis uretral se puede corregir mediante una cirugía en dos tiempos en la que se reconstruye el meato uretral por completo y que consiste en la incisión y apertura del órgano sexual para alcanzar la uretra, la toma de injertos del propio paciente, la trasposición del colgajo y la colocación final del injerto.